Polvos del pasado

Aprovechando que es Viernes Santo, y no se come carne (aunque nadie ha dicho nunca nada de que no se pueda chupar) rescato una entrada de mi antiguo blog donde narraba un polvo inenarrable. Sí, lo sé. Estoy de rebajas. Rescatando entradas de hace años, pero oye, que una aunque no sea católica también se merece unas vacaciones no? Helo aquí:

Encontrábame yo paseando por la calle cuando de repente para un coche delante de mi y veo una cabeza que se asoma y me saluda. A mi me resultaba familiar pero no sabía de qué. Era un chico joven y con pinta de morbosillo. Me dice: "¿no te acuerdas de mi?" A lo que yo respondo: "me suenas pero no sé de qué". Qué mal quedé, queridos lectores. Resulta que yo me había enrollado con dicho individuo dos años ha, pero no me acordaba de él.
Me invitó a subir en el coche y yo que no tenía nada que hacer pues me subí y nos fuimos de excursión nocturna por esos parajes naturales de los que goza esta turística isla.
Cuando dicho individuo (de cuyo nombre aún hoy no me acuerdo) comienza a hablar fue cuando me di cuenta: Dios mio! Este tío era imbécil y por eso no me vi más con él! Pero ya era tarde. Era de noche y estábamos enmedio de la montaña. No había vuelta atrás. Quise bajarme con el coche en marcha pero no era posible.
Resignación.
Comenzó a hablarme de que él seguía en el armario, pero que era un armario complicado porque era bisexual y por lo tanto, era un armario de dos puertas... (no puedo con esa metáfora).
Yo asentía con cara de terror, como si estuviera dentro de un episodio de "Historias del más allá".
Aparcamos.
Comenzó a meterme mano y yo no sabía como decirle que se estuviera quieto. Sonó su teléfono. Era su madre para tirarle la bronca por no haber llegado a casa. Después de colgar me dice: tengo que irme enseguida ("gracias a dios" suspiré yo). Por cierto: gracias querida mamá del individuo por llamar y hacer que la pesadilla acabara antes!. Sin embargo añadió: "pero aún me puedo quedar un rato". Y acto seguido se bajó los pantalones. Arg!!!!!!!!! Como me había podido olvidar de aquello? Tenía un pene enano y una fimosis de tal magnitud que el día se opere, con la piel que le quiten podrán hacer un telón nuevo para el Liceu. Encima me dice: "recuerda que soy pasivo pero conmigo nada de sexo anal".
Yo cada vez más revuelto.
Afortunadamente se corrió enseguida (él solito tocándose lascivamente como selmalover con las fotos de Ryan Phillipe) y yo no. Yo es que no pude. Le dije: "mejor lo dejamos". Él contestó: "vale".
Me llevó a casa. Bueno cerca. No quise decirle donde vivía. Me pidió mi número de teléfono para llamarme hoy, con lo que el pánico volvió a cundir. Pero para no sentir remordimientos le di mi antiguo número de teléfono que ya no uso, advirtiéndole: "no recuerdo cuál es mi número. Lo cambié hace poco y los mezclo. Si te sale el buzón de voz deja un mensaje".
Arg.
Qué miedo y qué asco pasé.