Estudios absurdos

Dos noticias publicadas estos días me han dejado ano-nadado y no me han traído precisamente buenos recuerdos. El martes, EL MUNDO publicaba un reportaje titulado ¿Una amenaza para la comunidad gay? en el que se afirma que:

Una nueva bacteria resistente a varios fármacos podría convertirse en una amenaza para la población homosexual. Según muestra una investigación en San Francisco (EEUU), la infección por esta causa es más común entre los varones gays sexualmente activos.

Creo que lo de "sexualmente activos" puede llevar a confusión. Sin embargo, al final del artículo aclaran que

estos expertos reconocen que su estudio tiene limitaciones, como el hecho de que no se haya valorado la implicación de determinados comportamientos de riesgo en la infección y reclaman más estudios al respecto que avancen en sus hallazgos.

Alucina vecina. Y se permiten el lujo de ponerle el titular que le han puesto. Luego se quejan de que en el programa de Eva Hache los llamen "el periódico bórico". Si es que tienen un rigor informando...

Pero EL PAÍS no se queda atrás y se hace eco de uno de los estudios más absurdos que recuerdo. Bueno, mentira, ahora parece que todos los estudios son absurdos, o al menos, son estos los únicos que se publican. Atención al titular: La bisexualidad no es un estado transitorio. Y se quedan como si hubieran descubierto la pólvora. Eso sí, el estudio sólo se centraba en mujeres, claro. Imagino que habrá sido realizado por sesudos hombres heterosexuales dispuesto a espiar a toda mujer susceptible de mantener relaciones lésbicas. Pero después de leer esta otra investigación (¿?) ya no sé qué pensar. Si es que estamos dando marcha atrás y vuelven a estudiarnos para ver si el SIDA es una enfermedad de homosexuales o si por el contrario hay demasiada gente ociosa en este estresado mundo. Yo quiero creer que es lo segundo.