Quién me manda a mi
Yo no sé quién me manda a mi a estas alturas a abrirme un blog. Si por lo menos fuera a abrirme otra cosa... el caso es que tuve uno, tiempo ha, pero la falta de tiempo, y, todo hay que decirlo, la dejadez, hizo que cayera en el olvido. En esa época casi nadie tenía un blog, ahora todo el mundo lo tiene menos yo. Y empujado por algunas amistades que no tienen otra cosa mejor que hacer sino pedirme que reabra el blog, pues bueno, aquí estoy de nuevo, aunque aún no tengo muy claro como enfocarlo. Probablemente sea algo así como un remake del anterior, es decir, cabrá de todo pero siempre que sea muy marica. Bueno, es que si es marica, le cabe todo -cosas de la lógica y los silogismos- y el título de esta bitácora (ya he escrito demasiadas veces "blog" en un párrafo") dice bastante, claro que me ha llevado varios días decidirme por el nombre. Quería algo así como entre cool y marica, pero sin pasarse, cosa que me temo que es imposible. Si a entonces b, no puede concluirse si a entonces no b. Cosas de la lógica y los silogismos.
The Queer Enquirer me suena algo así como una mezcla entre Queer as folk, Queer eye for the straight guy y un compendio del Gay & Lesbian Studies. Tranquilos, optaré siempre por el lado petardo antes que ponerme a disertar sobre teoría queer, identidad de género y otras cuestiones diversas. Vamos, que siempre es más divertido meterse con HazteOir que teorizar acerca de los roles heterosexistas que se dan en la sociedad influenciada por el género biológico antes que la identidad sexual. ¡Toma ya!
Bueno, pues de momento esto sólo, a modo de presentación y de prueba (y para que alguna marica amiga pesada me deje tranquila) Os dejo que me llaman al cuarto oscuro.
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